Las empresas que incentivan la innovación,la
contratación de menores de 30 años o de discapacitados, o aquellas que
fomentan la protección del medio ambiente disponen de deducciones
fiscales.
Aunque una empresa no se crea con el objetivo de beneficiarse de estas ventajas fiscales, sí es cierto que las deducciones potencian que las organizaciones destinen fondos específicos a determinadas actividades. “Hoy las actividades ‘premiadas’ con las deducciones más importantes son las de I+D, con una rebaja fiscal de hasta el 42% de la inversión; las de innovación tecnológica, con una deducción del 12%; y las inversiones de carácter medioambiental, con una del 8%”, explican Pedro Blázquez, Agnés Granés y Anna Martínez, abogados de Cuatrecasas.
Teniendo en cuenta estas cifras, Cristóbal Martí, socio responsable de Deloitte Abogados y Asesores Tributarios de Levante, indica que “una adecuada planificación fiscal puede conseguir que la innovación de una empresa se financie casi íntegramente a través de la aplicación de los beneficios fiscales establecidos en la ley”.
Además de estas partidas, José María Cobos, asociado al departamento fiscal de Garrigues, explica que “las empresas que fomenten la integración social y laboral de los discapacitados, es decir, que contraten a este tipo de trabajadores pueden beneficiarse de una deducción que asciende a 6.000 euros por cada empleado con discapacidad contratado”. Asimismo, como medida para promover la creación de empleo, la reforma laboral ha introducido una deducción de 3.000 euros para el primer contrato de trabajo concertado por la empresa con un menor de 30 años y, en caso de contratar desempleados beneficiarios de prestación por desempleo, la empresa tendrá derecho a una rebaja fiscal con un importe equivalente al 50% del subsidio de paro que el trabajador tuviera pendiente de percibir, con el límite de doce meses y de acuerdo con una serie de requisitos que contempla la ley. Para potenciar la capitalización de las compañías también existen incentivos a la reinversión.
El Impuesto sobre Sociedades “es un tributo estatal”, recuerda Juan Carlos Roig, gerente del área de Impuesto sobre Sociedades de KPMG Abogados, “por ello, no existen desgravaciones en la cuota de carácter autonómico, como por ejemplo sí ocurre con el IRPF”, añade.
Incentivos para emprender
El Gobierno está preparando una nueva norma con el fin de impulsar la actividad emprendedora. Esta ley baraja la aplicación de distintos incentivos fiscales para aquellos que se lancen a crear un nuevo negocio, como el de mantener tipos reducidos de Impuesto de Sociedades para las empresas pequeñas. También se contempla la eliminación de requisitos como el de generación de empleo para que las pymes pudieran aplicar el tipo reducido del 20%. Además, se busca fomentar la I+D+i incrementando las deducciones de dicho impuesto para las actividades de innovación.
El Gobierno intentará, asimismo, eliminar las diferencias entre los emprendedores que tributen en el IRPF y los que lo hagan en Sociedades, y prepara una reducción de módulos en el IRPF e IVA para pequeñas y medianas empresas, y autónomos.
No sólo eso. Además, para luchar contra la morosidad se permitirá a las pymes y autónomos el retraso en el pago del IVA hasta que no cobren las facturas que se les deben. Esta medida comenzaría con las Administraciones Públicas.
La contratación tendrá premio. Los pequeños empresarios se podrán deducir hasta 3.000 euros que creen empleo al contratar el primer trabajador que no tenga condición de socio. Además, Hacienda aspira a mejorar el tratamiento fiscal de los beneficios empresariales para que puedan ser reinvertidos en la propia empresa.
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