lunes, 23 de junio de 2014

Hacienda estudia bajar la retención del 21% en el IRPF a los autónomos

El Gobierno de Mariano Rajoy elevó en septiembre de 2012 el tipo de retención que sufren los autónomos en el IRPF del 15% al 21%. En un primer momento, se estableció que el incremento se mantendría hasta 2013 para bajar a partir de 2014 al 19%. Los problemas para cuadrar las cuentas llevó al Gobierno a prorrogar la retención del 21% en 2014 y aplazar la reducción al 19% a 2015. Sin embargo, en el marco de la reforma, Hacienda trabaja en una modificación radical de la tributación de los profesionales autónomos y estudia fijar un tipo de retención variable en función de los ingresos, como sucede con los asalariados. Fuentes de la Administración reconocen que esta idea, que propone la organización de autónomos ATA, está siendo analizada. Si la medida supera todos los filtros, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, podría anunciarla durante el debate del estado de la nación de la próxima semana.

Los técnicos de Hacienda deberán establecer qué tipos de retención se aplican en función de cada tramo. Todos los autónomos tributan al 21% con independencia de los ingresos. El Ejecutivo no descarta que los contribuyentes con menos rentas vuelvan a retenciones cercanas al 15%, porcentaje vigente antes de la subida fiscal. Hoy, solo los nuevos profesionales que se dan de alta y cumplen determinados requisitos pueden aplicar temporalmente un tipo reducido del 9%.
Los autónomos no entienden que, cuando las cosas iban bien, sufrieran un retención del 15% y, ahora, un tipo del 21% 

En sentido estricto, variar el tipo de retención no supone un incremento o una reducción fiscal. La declaración del IRPF de un ejercicio se presenta en junio del año siguiente y, en función de las retenciones sufridas durante el año de referencia, el resultado será a pagar o devolver. En cualquier caso, en un contexto en que la liquidez escasea y llegar a fin de mes supone para muchas familias un reto constante, una reducción de las retenciones aliviará la salud financiera de muchos hogares. Para los autónomos no tiene sentido que Hacienda les aplicara una retención del 15% cuando la economía iba a toda vela y, ahora, cuando los contratos, los clientes y la facturación han caído a mínimos sufran un tipo del 21%. El Ejecutivo entiende que resulta injusto dar el mismo tratamiento fiscal a un trabajador por cuenta propia que ingresa 10.000 euros al año que a otro que gana 60.000 euros, con independencia de que estas diferencias sí que se reflejarán cuando se presente la declaración del impuesto sobre la renta.

La idea que estudia Hacienda de establecer una retención diferente en función de los ingresos del autónomo presenta ciertas dificultades técnicas. Un asalariado, en principio, tiene ya asignado su sueldo bruto anual y, a partir de esta información, se establece el porcentaje que su empresa le quita de la nomina mes a mes en concepto de IRPF. En el caso de un autónomo, los ingresos son más impredecibles. Si la medida obtiene el aval de Hacienda, lo más probable es que se fije un tipo de retención en función de los beneficios y facturación de años precedentes.

Aunque existe un problema por el desfase de la información fiscal. Por ejemplo, los últimos datos del IRPFque tiene Hacienda corresponden a la declaración presentada en 2013 y que refleja los resultados del ejercicio 2012.

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