Cuando el Gobierno habla de "ensanchar las bases imponibles del IVA"
se refiere, por ejemplo, a recortar el listado de bienes y servicios que
tributan al tipo superreducido del 4% y al reducido del 8%. Dicho de
otra forma, el Ejecutivo baraja ampliar el número de productos que
aplican el gravamen general del 18%, lo que equivale a un incremento del
tributo. Así lo reconocieron fuentes de Hacienda, que aseguraron que
están estudiando "con sentido crítico" las bases imponibles del
principal impuesto indirecto.
A diferencia de la mayoría de países de la UE, más de la mitad de los ingresos por IVA que recauda España procede de productos que aplican tipos reducidos y, por este motivo, la Comisión Europea recomendó reformar este impuesto. Incluso Grecia, en términos relativos, recauda más que España. Modificar el listado de productos que aplican tipos menores permitiría al Ejecutivo elevar los ingresos sin subir el tipo general del impuesto, una medida que, en cualquier caso, no puede descartarse.
El sector turístico, que actualmente aplica un IVA del 8%, teme que el Gobierno suba el gravamen al 18%. Los alimentos elaborados, los servicios de peluquería o el transporte de viajeros también tributan al tipo reducido del 8%. Además, las viviendas nuevas, que actualmente pagan un IVA del 4% aplicarán un tipo del 8% a partir de 2013. El presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, no hizo sin embargo ninguna mención a este incremento impositivo durante la clausura de la asamblea anual de CEOE.
Como es habitual en esta cita, no faltó casi nadie de los convocados, y en esta ocasión tenían, además como aliciente, escuchar a Rajoy.
Los empresarios eligieron la sinfonía número 6 de Beethoven, conocida como la Pastoral, para dar la bienvenida al líder del Ejecutivo que, en contra de lo que esperaban algunos de los asistentes, no lanzó ningún anuncio de contenido económico o empresarial. Solo volvió a enumerar las líneas básicas de actuación de su Gobierno que ya explicó públicamente hace unas semanas en la sede del PP: reforzar el equilibrio presupuestario, culminar las reformas estructurales en España y en la Unión Europea y apuntalar la debilitada confianza en el euro, fundamentalmente. Acto seguido, anunció que "pronto, a lo largo de este año, habrá medidas económicas que no tendrán otro objetivo, por difíciles que sean, que crecer y crear empleo". Pero no especificó cuáles serán. Rajoy no quiso dejar pasar la ocasión para agradecer a la sociedad española "los esfuerzos y la solidaridad demostrada durante la crisis, y la entereza con la que están afrontando las adversidades".
El presidente del Ejecutivo sí fue más explícito al recordar la necesidad de recortar un 20% el sector público empresarial. El presidente del Gobierno tampoco atendió a la petición de acometer nuevas reformas en ámbito laboral, que le había formulado minutos antes Juan Rosell. El presidente de CEOE reclamó más medidas para convertir el mercado laboral español "en uno de los más flexibles de Europa".
A diferencia de la mayoría de países de la UE, más de la mitad de los ingresos por IVA que recauda España procede de productos que aplican tipos reducidos y, por este motivo, la Comisión Europea recomendó reformar este impuesto. Incluso Grecia, en términos relativos, recauda más que España. Modificar el listado de productos que aplican tipos menores permitiría al Ejecutivo elevar los ingresos sin subir el tipo general del impuesto, una medida que, en cualquier caso, no puede descartarse.
El sector turístico, que actualmente aplica un IVA del 8%, teme que el Gobierno suba el gravamen al 18%. Los alimentos elaborados, los servicios de peluquería o el transporte de viajeros también tributan al tipo reducido del 8%. Además, las viviendas nuevas, que actualmente pagan un IVA del 4% aplicarán un tipo del 8% a partir de 2013. El presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, no hizo sin embargo ninguna mención a este incremento impositivo durante la clausura de la asamblea anual de CEOE.
Como es habitual en esta cita, no faltó casi nadie de los convocados, y en esta ocasión tenían, además como aliciente, escuchar a Rajoy.
Los empresarios eligieron la sinfonía número 6 de Beethoven, conocida como la Pastoral, para dar la bienvenida al líder del Ejecutivo que, en contra de lo que esperaban algunos de los asistentes, no lanzó ningún anuncio de contenido económico o empresarial. Solo volvió a enumerar las líneas básicas de actuación de su Gobierno que ya explicó públicamente hace unas semanas en la sede del PP: reforzar el equilibrio presupuestario, culminar las reformas estructurales en España y en la Unión Europea y apuntalar la debilitada confianza en el euro, fundamentalmente. Acto seguido, anunció que "pronto, a lo largo de este año, habrá medidas económicas que no tendrán otro objetivo, por difíciles que sean, que crecer y crear empleo". Pero no especificó cuáles serán. Rajoy no quiso dejar pasar la ocasión para agradecer a la sociedad española "los esfuerzos y la solidaridad demostrada durante la crisis, y la entereza con la que están afrontando las adversidades".
El presidente del Ejecutivo sí fue más explícito al recordar la necesidad de recortar un 20% el sector público empresarial. El presidente del Gobierno tampoco atendió a la petición de acometer nuevas reformas en ámbito laboral, que le había formulado minutos antes Juan Rosell. El presidente de CEOE reclamó más medidas para convertir el mercado laboral español "en uno de los más flexibles de Europa".
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